Como su nombre indica, Las Vegas, se levantó este poblamiento debido a la presencia de agua y terrenos para siembra relativamente llanos y fértiles. Antaño constituía un verdadero vergel agrícola con cultivos de papas, viñas, hortalizas y frutales. Hoy conviven los restos de aquella actividad, dedicada al autoconsumo, con los matorrales y el pinar.
Tras dejar atrás el Parque Pino Las Jabas, lugar que en el pasado era utilizado como “pasil” para obtener frutas pasas, principalmente higos, comienza la ascensión por un serpenteante camino empedrado. Al arrancar la subida fíjese bien y podrá observar tradicionales hornos, aljibes, viviendas excavadas en roca y canales para la conducción de agua (atarjeas).
Irá atravesando cauces y lomos, junto a hermosas zonas de cultivo, actualmente en desuso, hasta cruzar el barranco El Seco, ascendiendo más tarde hasta el Lomo del mismo nombre. Una vez aquí la subida por esta ladera le llevará hasta la Casa El Seco, que cuenta aún con vestigios de una edificación tradicional y un horno.
Ya estamos en el pinar y el Pino del Guirre sobresale de entre sus “hermanos”, gracias a sus varias decenas de metros de altura. Caminar junto a él impone verdaderamente. Unos minutos más tarde transitaremos junto a la Montaña de Tames para después atravesar el barranco de Herrera y culminar nuestro camino en El Aserradero, zona forestal de anterior obtención de madera y leña. Una vez aquí este sendero confluye con el PR-TF 83.1 que nos llevará al Risco del Muerto