Comenzamos este sendero junto a la ermita de Nuestra Señora de La Esperanza, en el pueblo de Las Vegas. Este edificio, de enorme importancia patrimonial y religiosa, cuenta con un singular campanario. Fíjese bien en el pino que se levanta a su lado.
Dejamos atrás la plaza de la ermita, donde cada festividad de Santa Ana, 26 de julio, se baila la tradicional Danza de las Varas, y callejeamos por Las Vegas hasta toparnos con La Cruz, en donde el camino se vuelve empedrado. Comienza aquí el histórico Camino Real que conectaba esta localidad con Granadilla.
En La Cruz de La Magdalena ascenderemos por el lomo de Las Pestanas para atravesar más tarde los barrancos de la Galería y la Mula. Llegaremos tras ello a La Higuera, caserío tradicional que cuenta con restos de un horno de teja y edificaciones rurales rodeadas de fincas de cultivo en jable.
Ascenderemos por un empedrado camino que nos lleva directamente al enclave de Los Hibrones, un conjunto etnográfico de gran valor que cuenta aún con hornos, cuadras para el ganado, viviendas tradicionales, una era e incluso un pasil para secar higos. No deje de imaginar en este lugar cómo era la vida en esta zona hasta hace unas décadas, marcada por una gran dependencia agrícola y sumergida en un entorno rural y forestal de alto valor.
Una vez aquí, el sendero no deja de ascender entre fincas de cultivo abandonadas rodeadas de pinos canarios. El camino finaliza en la confluencia con el sendero PR-TF 83.1 en La Abejera, en donde aún pervive una espléndida era, antaño utilizada para trillar el cereal.