Se trata de una iglesia de una sola nave de cruz latina y cubierta por artesonado mudéjar de par y nudillo con decoración geométrica. Los motivos decorativos se concentran en los ocho tirantes que refuerzan el buque del templo y descansan sobre canes, así como en las variadas formas de rombos y estrellas que enriquecen los techos de la capilla mayor y las laterales. Destacan tres arcos de medio punto en cantería; el principal en el crucero, mientras que los otros dos se abren a éste desde las capillas. Poseen columnas corintias adosadas, con plintos caracterizados por su decoración floral (en el del lado de la Epístola) y motivos esquemáticos y cruciformes (en el del lado del Evangelio).
Los vanos son escasos, dos a cada lado de la nave, más otros dos en la cabecera y uno adicional en el extremo de cada capilla, así como dos grandes portadas laterales y una frontal de doble hoja.
En el exterior, la fachada está realizada en cantería de piedra chasnera, enmarcada en dos grandes pilastras rematadas por sendos copones. La portada barroca de medio punto está delimitada por columnas corintias que sostienen un friso con decoración floral sobre el que se dispone un frontón triangular en cuyos vértices laterales se ubican dos pináculos, sobre el que aparece un óculo acristalado con el símbolo de San Antonio. En el tímpano aparecen esculpidos los símbolos de San Pedro -la tiara papal y las llaves-. El barroquismo de la fachada se acentúa con la cornisa curvilínea en su extremo superior. La cubierta es de teja curva a dos aguas.
La torre, de planta cuadrada, se emplaza a los pies del templo -en el lado de la Epístola- y consta de tres cuerpos separados por cornisas de cantería y paramentos de mampostería con pilastras esquineras. Como remate existe un cuerpo octogonal, configurado por ocho arcos de medio punto separados por pilares con medias columnas adosadas y cubierta por una cupulilla bulbosa, de reminiscencias bizantinas.
Partes integrantes, pertenencias y accesorios.
Entre ellas cabe destacar el púlpito con pie corintio y tornavoz, realizado en madera policromada y forma hexagonal, decorado con los símbolos de los evangelistas. Asimismo, deben destacarse el retablo neoclásico de la capilla mayor, el altar de piedra artificial de la nave de la Epístola y el retablo del Cristo de la columna.